Homilía de la Conmemoración de todos los Fieles difuntos.
En la celebración de hoy recordamos y oramos por todos los miembros de nuestra gran familia cristiana que nos han dejado. En el momento transcendental en que dejamos esta vida para pasar a la casa del Padre nunca estamos solos. Nos acompaña siempre la Gracia que Cristo y también nos acompañan las oraciones de multitud de hermanos y hermanas para ayudarnos a alcanzar la felicidad eterna. Somos una comunidad siempre, tanto en esta vida mortal, como en la otra. Recorremos juntos el camino hacia la plenitud de la Gloria. En el Reino de nuestro Padre Dios viviremos y gozaremos en comunidad de la felicidad eterna.


