Homilía de Pentecostés.

El día de Pentecostés celebramos el gran don del Espíritu Santo a la Humanidad. Es el don que nos posibilita y facilita llegar a la plenitud del Amor, a la plenitud de la Verdad, a la plena comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo por toda la eternidad. Es el Espíritu Santo quien sostiene a la Iglesia, quien forja la heroicidad de los mártires, quien modela la santidad de vida de todos los santos de todos los tiempos. No habría Iglesia sin el Espíritu Santo. Él nos guía, nos acompaña, nos fortalece, nos llena de amor, de serenidad, de alegría, de esperanza, de sabiduría, de luz interior…